lunes, 2 de mayo de 2011

Prosa de autor

Es lo más abundante.
¿Recordáis lo que se dijo sobre Elena Fortún y su literatura? Pues en esta época (años 70) surgen más autores que piensan en niños reales para dar vida a sus personajes. Parten de todas las facetas de los niños y no sólo en sus características psíquicas, sino también en su contexto, vocabulario, etc.. Si recordáis, esta cualidad permite que el niño lector se identifique con el protagonista aun siendo éste un animal. Se identifica porque se siente cercano a él y porque es capaz de reconstruir la historia desde su realidad.

Características del niño protagonista:
- No es un personaje plano
- Simple y cotidiano
- Héroe cotidiano
- Real

Con este cambio en la literatura infantil lo que se exponen son actitudes, es decir, el niño ya no es bueno o malo, sino la actitud. Es decir, la actitud es positiva (alegre, extrovertido, positivo, etc.) o negativa (egocéntrico, cerrado, pasivo, etc.) pero no es el niño el que es de ese modo, sino su forma de actuar, su comportamiento. El cambio aunque sutil marca la diferencia porque supone la posibilidad de cabio en el niño.
Lo que se pretende con las historias dirigidas a los niños en potenciar actitudes buenas, bien porque el niño protagonista parte de una circunstancia negativa y evoluciona de tal forma que desemboca en una positiva, bien porque parte de una actitud positiva y ésta queda reforzada.

Os dejo algunos ejemplos de este tipo de literatura.
-"El punto". El personaje pasa de tener una actitud muy negativa a, con ayuda de la maestra de arte, tener una actitud positiva.
- "Amelia quiero un perro". La protagonista de este cuento parte de una actitud positiva y queda reforzada a lo largo del mismo.


1 comentario:

  1. Muy bien. Para que esté perfecto, debes explicar un poco mejor que las actitudes positivas no son buenas y las negativas, malas... porque no queda claro. Hablas de "actitudes buenas"...

    Ejemplificarlas con lo que dice la diapositiva ayudaría bastante.

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